Cómo aliviar el estrés

Cómo aliviar el estrés

Gestión del estrés

La gestión del estrés asume en los tiempos modernos una importancia primordial. Es imprescindible estar atentos al fenómeno de normalidad que el estrés asume en la sociedad moderna. Es increíble la facilidad con que este puede apoderarse de nuestras vidas, formando parte de un estilo de vida acelerado y, a veces, muy poco ordenado. Nos vamos acostumbrando a un estilo de vida estresante, siempre en un “corre-corre”, sin darnos cuenta de cuánto nos está afectando.

El estrés afecta la mente, el cuerpo y el comportamiento de muchas maneras, y todos sentimos el estrés de forma diferente. En exceso, puede llevar no solo a serios problemas de salud física, sino que también puede alterar nuestras relaciones en casa, en el trabajo y en la escuela, por el impacto que puede asumir en nuestra salud mental.

Las aproximaciones cognitivas al estrés varían de individuo a individuo frente a determinado acontecimiento. Solo nos sentimos estresados cuando sentimos que no tenemos recursos para gestionar una situación de amenaza o un desafío. Si sentimos que tenemos las competencias necesarias para enfrentarlos, entonces estaremos bien, nos sentiremos más confiados y, consecuentemente, menos estresados. También ayuda tener a alguien en quien confiar, como un compañero de largo tiempo. De hecho, la ciencia comprueba que las relaciones interpersonales positivas y duraderas benefician su salud física y emocional.

Si padece de un estrés excesivo, aprenda a combatir el estrés y descubra los beneficios para su salud y bienestar. Efectuar una buena gestión del estrés es de hecho muy importante para nuestra salud física y mental.

Tratamiento del estrés

Encontrar un tratamiento milagroso para el estrés no es posible. Es decir, no existe un tratamiento medicamentoso, o tratamiento “casero” o una receta “natural” que sea eficaz en todas las personas. Cada persona desarrolla una respuesta única al estrés, y en esa medida no hay un tratamiento estándar que sirva para todos. Ningún método funciona de forma generalizada o en cualquier situación de la misma manera; hay que experimentar diferentes técnicas y estrategias.

No existe ningún tratamiento que nos permita eliminar el estrés. Hablar de tratamiento para el estrés no es, por eso, la expresión más acertada, pues su combate o alivio es una guerra interminable, fundamentalmente en los tiempos modernos. Si eliminar el estrés no es posible, debemos aprender a gestionarlo, es decir, combatir el estrés de una forma eficaz y duradera (son las formas o estrategias de combate).

Anti estrés - salud, anti enfermedad

Si reconocemos el problema, la cuestión que se plantea es: ¿cómo lidiar con el estrés? Una actitud anti estrés, de modo que podamos efectuar una buena gestión del mismo, es fundamental para minimizar sus consecuencias en nuestro organismo. Cuando hablamos de anti estrés, nos referimos a su combate, es decir, si no podemos eliminarlo debemos combatir el problema, efectuando su gestión, de forma que reduzcamos sus efectos en el organismo.

La gestión del estrés pasa por controlar una serie de situaciones: tomar cuenta de pensamientos, de las emociones, de la agenda, del ambiente, así como de la forma en que lidiamos con los problemas. Una actitud anti estrés, significa la alteración de la situación estresante (causas), cuidar de sí mismo y encontrar tiempo para descansar y relajarse.

Vea, a continuación, de qué forma debemos controlar esas situaciones y cómo debemos lidiar con las dificultades, es decir, cómo aliviar el problema, combatiéndolo de una forma eficaz.

¿Cómo combatir el estrés?

Para combatir o aliviar el estrés, parta siempre de este principio:

  • Evitar
  • Alterar
  • Adaptar/Aceptar
  1. Aprenda a evitar el estrés innecesario. No todo el estrés puede ser evitado, pero si aprende a decir no, a distinguir "deberes" de "obligaciones" en la lista de cosas por hacer, puede eliminar muchos factores de estrés. Identificar las causas es un primer paso importante.
  2. Alterar la situación. Si no podemos evitar una situación estresante, debemos intentar alterarla y lidiar con los problemas de frente, en lugar de guardar sentimientos negativos, aumentando el estrés.
  3. Adaptarse al factor causador de estrés. Cuando no podemos cambiar el factor de estrés, como es el caso de una enfermedad, debemos intentar cambiarnos a nosotros mismos y la visión que tenemos sobre la situación que enfrentamos. Reformular los problemas o concentrarnos en las cosas positivas de la vida. Debemos aceptar las cosas que no podemos cambiar. Siempre habrá factores de estrés en la vida que no podemos alterar. Aprenda a aceptar lo inevitable, en lugar de protestar contra una situación y volverla estresante. Veamos el lado positivo de la situación; incluso en las circunstancias más estresantes puede haber una oportunidad de aprendizaje o crecimiento personal. Aprenda a aceptarse, con su potencial y limitaciones.

    Ejercicios anti estrés

    Ejercítese regularmente. La actividad física desempeña un papel fundamental en la prevención y reducción de los efectos del estrés, contribuyendo al bienestar psicológico. El ejercicio aeróbico es de enorme relevancia para superar el estrés y la tensión reprimida.

    Una simple caminata en un ambiente tranquilo y relajado puede hacer maravillas por su salud y ser una ayuda preciosa para vencer el estrés.

    La actividad física promueve el bienestar psicosocial. Las personas que practican actividad física logran dormir mejor por la noche, sienten menos signos de depresión y se vuelven más resistentes al estrés.

    Busque los ejercicios para aliviar el estrés que mejor se identifiquen con usted y recuerde que cada persona tiene diferentes formas de reacción y respuesta a determinado ejercicio o actividad. Encuentre los que mejor se adapten a usted, intente siempre que sea posible juntar lo útil con lo agradable, practicando una actividad de su agrado.

    Cómo relajarse y aliviar el estrés

    Encuentre tiempo para relajarse. Un ejercicio simple que puede probar es inspirar profundamente por la nariz y expirar lentamente por la boca.

    Realice ejercicios de relajación que le permitan liberar tensión muscular.

    Puede sentarse o acostarse en un lugar tranquilo y cómodo donde no sea perturbado y le transmita tranquilidad. Siéntase cómodo con la ropa y retire los accesorios, como joyas, que sean incómodos. Su objetivo debe ser tensar, y luego relajar grupos musculares en secuencia, de la cabeza a los pies. Tensar los músculos aumenta la conciencia de la tensión almacenada. Relajar los músculos, a su vez, permite sentir la diferencia entre estar tenso y estar relajado. Comience con los músculos de la frente. Frúñala, provocando tensión. Mantenga esa tensión por alrededor de cinco segundos y luego, libere la tensión. Imagine una ola llevando relajación a través de los músculos. Inspire profundamente y, al expirar, permita que los músculos se relajen aún más.

    Trabaje los varios grupos musculares y después de terminar, quédese quieto por unos momentos para disfrutar del sentimiento de liberación.

    Las técnicas de relajación, tales como: yoga, meditación y respiración profunda, activan las respuestas de relajación del cuerpo, potenciando un estado de serenidad. Esto es lo opuesto a la respuesta al estrés.

    Alimentos anti estrés

    Los alimentos que ingerimos también son muy importantes para combatir el estrés (anti estrés). Adopte una dieta saludable. Los cuerpos bien nutridos están mejor preparados para lidiar con el estrés.

    Coma al menos cada tres horas. Pasar largas horas sin comer puede originar hipoglucemia, un factor causador de ansiedad para su organismo.

    Evite la ingestión de bebidas ricas en cafeína como el café o té. Evite las bebidas alcohólicas, ya que ayudan a eliminar algunos nutrientes además de promover la producción de adrenalina. A lo largo del día, tenga una alimentación rica y equilibrada.

    Hay estudios que demuestran que la ingestión de determinadas vitaminas, como las del tipo C y B, como la B3, B6, B7, B8, entre otras, tienen propiedades anti estrés, además de otros nutrientes, como el zinc y el magnesio. Son verdaderas vitaminas anti estrés.

    Procure incluir en su dieta, a lo largo del día, alimentos que combaten el estrés; haga una alimentación rica en pescado, verduras y frutas para obtener todas las vitaminas y nutrientes esenciales, no solo para ayudarle a combatir el problema, sino para tener una vida más saludable.

    Higiene del sueño

    Trabaje la higiene del sueño. Sentirse cansado puede aumentar el estrés, haciendo que pensemos de forma irracional. Mantenga la calma, obteniendo una buena noche de sueño, esencial para relajarse.

    Recuerde, dormir mal puede acarrear graves consecuencias para su salud.

    Controlar las emociones

    Otra forma de reducir el estrés es usando los sentidos, es decir, a través de la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, o a través del movimiento. Al ver una foto favorita, oler un perfume específico, escuchar una pieza de música favorita o abrazar una mascota, por ejemplo, podemos relajarnos rápidamente y concentrarnos. Claro, no todos responden de la misma manera a cada experiencia sensorial.

    Si crees como nosotros que la prevención y la promoción de la salud son de suma importancia, únete a nosotros y difunde el mensaje en las redes sociales compartiendo este texto antiestrés.

    ¡Tu salud te lo agradecerá!

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